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La microbiota hace referencia al conjunto de microorganismos vivos —principalmente bacterias, pero también virus, levaduras y arqueas— que habitan en diferentes zonas del cuerpo como el intestino, la piel, la boca o los pulmones.
El término microbioma, en cambio, engloba no solo a estos microorganismos, sino también a sus genes y metabolitos. Es decir, el microbioma es como el “manual de instrucciones” y la microbiota serían los “actores” que lo ponen en práctica.
👉 Un dato sorprendente: la información genética de la microbiota humana es 150 veces mayor que la de nuestro propio genoma.
Aunque tenemos microbiota en distintas zonas, la microbiota intestinal es la más numerosa y variada. En ella encontramos una enorme diversidad de especies, con predominio de bacterias de los grupos Firmicutes y Bacteroidetes, aunque también participan Actinobacterias, Proteobacterias y otros.
Cada persona tiene una composición única y personalizada, como si fueran huellas digitales. Factores como la edad, la alimentación, los medicamentos o incluso el tipo de parto influyen en este ecosistema.
Lejos de ser “huéspedes pasivos”, estos microorganismos cumplen funciones clave para la salud:
En condiciones normales, la microbiota es resiliente y estable, pero puede alterarse en distintas etapas de la vida o por factores externos. Esta alteración se llama disbiosis.
Algunos de los principales factores que modifican la microbiota intestinal son:
Cuando se produce disbiosis, aumenta el riesgo de enfermedades digestivas (como síndrome de intestino irritable o enfermedad inflamatoria intestinal), pero también de patologías metabólicas, inmunológicas, cardiovasculares y neurológicas.
Hoy sabemos que el equilibrio de la microbiota es un pilar fundamental en la salud digestiva y general. Por eso, abordajes que incluyen alimentación consciente, manejo del estrés, suplementación específica y técnicas de autocuidado pueden marcar la diferencia.
La investigación avanza cada día, y aunque la complejidad del microbioma hace que los tratamientos personalizados sean un reto, ya contamos con muchas herramientas para favorecer un ecosistema intestinal sano.
✅ Si buscas mejorar tu digestión, tu energía y tu bienestar desde un enfoque integral, cuidar tu microbiota puede ser un gran primer paso.
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